¿Qué diferencia hay entre La Sanación Reconectiva ® y La Reconexión ®?
La intención de La Sanación Reconectiva® es, en esencia, la sanación física, mental, emocional, o espiritual. Y, por supuesto, al conseguir el grado de sanación facilitado gracias a La Sanación Reconectiva®, en esta sanación experimentas cierta reconexión como parte del proceso; Es esta "Reconexión" lo que hace que La Sanación Reconectiva® sea tan drásticamente más completa que las "técnicas" de sanación que hemos tenido hasta ahora.
La intención de La Reconexión® es la de llevarnos a la plenitud de nuestra conexión inherente con el universo. Esto se hace en el transcurso de dos sesiones. Y al pasar por este proceso de reconexión experimentarás también sanación.
¿Han tenido éxito estas Sanaciones reconectivas® con algunas enfermedades difíciles?
El concepto importante de entender es que tres personas con el mismo diagnóstico y los mismos síntomas pueden recibir tres resultados totalmente diferentes.
Algunas de las mayores y más espectaculares sanaciones que vemos son casos en que no sabemos nada en absoluto de lo que aqueja al paciente.
Como dice Eric Pearl, "A menudo cuanto menos sepa el practicante sobre lo que le pasa al paciente mejor le va a este."
Se ven resultados que se manifiestan físicamente de manera inmediata y permanente, en raras ocasiones hay algunas personas que no demuestran ninguna reacción reconocible en principio. Muchos lo hacen unos cuantos días o semanas más tarde Y algunos puede que no.
La mayoría de las sanaciones tienden a ser permanentes.
La sanación que hayas recibido te pertenece y permanece contigo.
¿Qué esperar de una sesión de Sanación Reconectiva® o de La Reconexión®?
Si eres afortunado, tu sanación ocurrirá de la forma deseada, si eres más afortunado aún, tu sanación llegará de una forma que jamás habrías soñado, de una forma que el Universo ha reservado especialmente para ti.
La sanación puede llegar de muchas maneras. La mejor manera de permitirla es estar en un estado de expectación, sin apego al resultado. Acuéstate en la camilla, relájate, cierra los ojos y simplemente siente. Observa. Conviértete en el observador y el observado. Simplemente siente.
Cuando no sientas nada, suéltate, como si estuvieras disfrutando de un descanso inesperado.
Pon la atención dentro de tu cuerpo. Observa cualquier cosa que percibas, así mantendrás a la mente ocupada sin que se pierda en los "deberías" y los "no deberías".
No respires de manera especial, no visualices, ni resultados deseados, no medites, ni repitas "mantras”. Cuando estés preparado para soltar y no intentar dirigir o mejorar la experiencia, estarás listo para experimentar lo que hace a La Sanación Reconectiva® diferente y real.
Estarás a punto para recibir.